martes, 1 de diciembre de 2020

OLIVES I OLIVERES a LA VALL

 


    Los hay por aquí, al menos unos centenares, abandonados; ya nadie se ocupa de ellos, las razones de los abandonos pueden ser múltiples, pero su asilvestramiento es muy hermoso, además pienso que el árbol disfruta, cuando deja de ser un negocio, de su albedrío. Está cerca el momento de cosechar y, el fruto de estos árboles ahí se quedará. Este año pienso recoger de estas oliveras un par de centenares de olivas y probar algún tipo de elaboración con ellas. El olivo es posiblemente el árbol domesticado más bello de los que hay, el olivo asalvajado, sin poda ni fumigación, aun me atrae más y, este va a ser el objetivo de mi ansia recolectora. 

El olivo ha sido, es, testigo silencioso de la milenaria cultura mediterránea y sus historias.




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