El
peligro de transitar el Camino Real era evidente y algo había que
hacer. La Muela, la solución para alejar a los viajeros del asediado
camino mayor. A 615 metros de altitud, el viento siempre ha sido
protagonista y hoy, al amanecer, veo los cientos de molinos que ya
son paisaje futurista en este enclave, que se situó en Valdejalón
en 1259 para proteger al viajero de los bandidos.
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