jueves, 11 de julio de 2019

MI DOMINGO (Castro-Urdiales)




No sé de él, sólo sé que cada domingo se acerca con sus dos cañas, una, la más grande, con cebo natural, esta la lanza lo más lejos que puede y la planta a su lado derecho, la deja ahí a la espera que su punta de grafito negro se doble y la otra, en la corta, engancha una rapala que lanza y recoge de forma continua, haciendo nadar el pez artificial con cadencia media. No sé quién es, tiene el semblante serio y aunque la lógica me dice que baja a disfrutar de este rato, que se acerca a este punto para practicar algo que le gusta tiene en su rostro moreno y arrugado un evidente reflejo de tristeza. Estigma. La pesca solitaria es sobre todo meditación, en el cantábrico, meditación y fuerte olor a mar.

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