te
puedes tropezar con ellos en cualquier momento, da igual que sea de
día como de noche (prefieren la noche). Hay que estar atento, son
imprevisibles y el enredo es su fin, pero siempre se delatan por ser
unos pesados, unos molestones saturones; incluso en ocasiones
pretenden asustarte y si te dejas se apoderan de lo tuyo, pero si
pasas de ellos, si no les haces caso, terminan desapareciendo, huyen
(prefieren el día), esta foto lo demuestra.
memoria del móvil completa. Las pasé al ordenador. Después de varios meses, borré algunas (fotos), me llamó la atención la cantidad de cielos que había fotografiado, mi interior al verlos exclamó ¡CIELOS! (o algo parecido) y a la par se me ocurrió abrir una carpeta donde juntarlos (a los cielos), mientras iba ordenando los cielos intenté recordar dónde los había fotografiado y, mientras recordaba el lugar, muchas veces se me vino una frase o una historia. En ENLACES ¡CIELOS! lugar de la foto.
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